Hablamos con nuestros amigos de HP® para resolver el porqué de las fallas en nuestros computadores en los momentos más vitales de la vida…
El escenario es este: estamos en una entrega final y parece que todo va a fluir, que lo vamos a lograr. Pero entonces llega el destino con otros planes: la presentación se traba y nos quedamos parados en frente de todo el mundo sin entender porqué la siguiente diapositiva no corre. Sonreímos nerviosos y lo sabemos: el computador falló…una vez más.
Otro escenario: Estamos por mostrarle los avances a un profe sobre nuestro trabajo y el portátil decide colapsar, irse de paseo quién sabe a dónde, y empiezas conversaciones innecesarias: El clima sí que está raro… ¿no?... ¿Y qué más? Y empiezas a justificarte: no sé qué le pasó a esta cosa. O mi favorita: Es que a veces es lentito, el pobre.
¿Qué pasa que nuestros computadores nos fallan cuando no deberían? ¿Es un regaño cósmico? ¿Es porque a veces no le sonreímos a la gente en el ascensor? ¿Es porque no enviamos ese correo para la buena suerte hace 7 años?
Puede ser que el karma sea el que creador de estos momentos caóticos, nunca lo sabremos. Pero sí podemos averiguar cosas más terrenales y es cómo funcionan nuestros computadores porque -admitámoslo- muchas veces no tenemos ni idea. Así que hablamos con nuestros amigos de HP para que nos sacaran de algunas dudas y averiguar el porqué de estas fallas.
Y les preguntamos, precisamente eso: ¿Por qué nuestros computadores nos dejan botados?
Al parecer todo tiene que ver con el disco duro de estado sólido… Si ustedes, como yo, hacen corto circuito cuando escuchan esto del disco duro de estado sólido, aquí una explicación breve: quiere decir que cuando tu computador lo tiene, es más resistente a golpes inesperados, genera menos ruido y hace que el arranque de programas sea más rápido. Puede ser que por esto tu viejo amigo te deje botado: porque no tiene un disco duro que resista el trote de tus días. Los computadores de la 10º generación de HP traen ese disco que necesitas para nunca tener que volver a tener momentos incómodos en presentaciones importantes y están pensados para el multitasking, es decir, tienen un encendido óptimo que hace que funcionen velozmente y bajo presión.
Ahora, un nuevo escenario: Están con sus amigos, hay casa vacía y todo apunta a empezar una fiesta. Están todos reunidos, listos para la celebrar y ponen el portátil a todo volumen…y bueno no suena tan bien como debería. Ni tan duro como debería. Y se apaga la fiesta. Una vez más, nuestro portátil no perreó como debía y ahora tenemos el mood por el piso.
¿Por qué el portátil no suena bien?
Simple: porque probablemente no tiene los suficientes altavoces internos para darte el boom que tú buscas. Y en la vida todos necesitamos un poco de voltaje… ¿no? Aquí vuelve HP® a salvar el día con sus portátiles con cuatro altavoces pensados para darte una experiencia de sonido envolvente.
¿Todavía no me creen que HP® viene a salvarnos? ¿No? Listo. Hablemos entonces de cosas bonitas. O bueno, de cosas que un día lo fueron y ya no lo son. Y por lo general, después de unos años, nuestros amigos portátiles no lo son. Y empiezan los monólogos… ¿Por qué es tan feíto? ¿Es que acaso no es suficiente con que pese toneladas en la maleta? Y es que algo dentro de mi muere un poco cuando veo los diseños nuevos que salen. Algunos hasta mezclan nuevos materiales como la madera y vuelvo a mis dilemas estéticos y tecnológicos: ¿Por qué sigo con esta torta?
¿Qué recomiendan nuestros amigos de HP® hacer en estos casos? Dejar de sufrir y enamorarnos de todas sus opciones, con menos peso, más diseño, con la posibilidad de transformar el computador en tableta y en algunos casos hasta con 22 horas de duración de la batería.
No puedo terminar de responder la pregunta: ¿Por qué nuestros computadores nos dejan botados? Una parte de mí sigue creyendo en el karma de no hacer las cosas bien, otra cree fuertemente en mercurio retrogrado. La racional cree que siempre debemos actualizar nuestras tecnologías. Pero sí estoy seguro de algo: HP® está aquí para ayudarnos.
