Los hijos también están en nuestra vida para darnos lecciones y aquí tenemos algunos dichos que pueden ayudarnos a afrontar las lecciones de nuestros pequeños profesores…
Creo que una de las sorpresas al ser padres es que no siempre vamos a ser los que entreguen las lecciones. Y digo que es una sorpresa, porque antes de ser padres, los nuestros lo hicieron ver fácil. Creímos que dentro de nosotros se abría mágicamente una puerta que tenía un letrero que decía: Paternidad: bienvenidos, sigan, aquí está todo lo que necesita saber.
Y pues no. Resulta que nuestros pequeños son profesores en miniatura. Nos enseñan paciencia, recursividad y cómo, en realidad, deberíamos subir los estándares de lo que esperamos de la vida.
En este camino no hay atajos, pero hay otras puertas, otras rutas que diseñaron nuestros padres y abuelos: los dichos. Son sabiduría popular puesta en palabras, y nos explican, que esto que estamos viviendo es cotidiano y ya lo sobrevivió alguien más… ¡Menos mal! ¿Por qué si no dónde estaríamos?
Este es un listado de algunos de ellos que sirven como luces para saber cómo afrontar cada lección que nos regalan nuestros hijos. Son ideas, pequeñas ideas, con gran sabiduría para entender de una vez por todas que la paternidad no es fácil, pero tampoco imposible.
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Lo mejor que hizo Dios fue un día detrás del otro
Nada más sano que criar con calma. No siempre es fácil, cada día viene con su afán, las cosas toman su tiempo y es mejor hacerlas en orden. ¿Qué creyeron? ¿que los niños iban a llegar con instrucciones? Pues adivinen…
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Hijo de gato, caza ratón
Si el segundo nombre de tu bendición suele ser “terremoto” o cada vez más habla con palabras que tú usas, es posible que ese pequeño gato sea un reflejo tuyo. No esperes que no persiga ratones… ¡Es igualito a ti!
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Al mejor cazador se le va la liebre
No siempre, aunque lo intentemos, las cosas van a salir como se espera. Lo mismo pasa con la crianza de tus hijos. Algunas veces vamos a perder el norte. Y otra, sencillamente tu bendición salió más inteligente que tú. Aprende a perder.
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Alábate pollo que mañana te asan
Es mejor quererse y darse las gracias siempre que se pueda, porque en esto de cuidar a los hijos siempre hay altibajos… eso sí, siempre con humildad. Porque todos necesitamos aprender a crecer queriéndonos y mostrándole amor a los demás. Bájale un cambio al ego que tu niño está viendo.
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El mismo perro con otro collar
Los niños van a traer la misma excusa una y otra vez. Así como nosotros, tienen patrones que hay que aprender a ver para frenar posibles problemas. Recuerden que los cachorros también aprenden a morder si no se educan bien.
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Lo que no pasa en cien años pasa en un día
Como el día en que nacieron. Las cosas van a pasar, tarde o temprano, no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Igual con los hijos, todos los días puede pasar algo nuevo o puede pasar de todo, así no parezca probable. Esto de criar es tremendo carrusel.
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Nadie aprende por cabeza ajena
Solo la experiencia propia va a hacernos ver las cosas. No importa cuántos consejos recibamos, siempre será la propia experiencia que dicte el camino. Y bueno, las rodillas de tus niños se van a raspar de vez en cuando…
Los dichos son sabiduría. La vida es circular. Ojalá esto les sirva para tener luces cuando no puedan verlas y si no…más se ha perdido en un diluvio. ¡Un abrazo a las criaturas de mi parte y buena suerte!
