Veo canecas en mi cocina y pienso, ¿me estaré convirtiendo en la loca de las bolsas de colores y de las mil canecas? Pero no, distribuir correctamente el material reciclable se ha convertido en una de mis prioridades.
Te cuento más, desde que separo mi basura me he dado cuenta de que hay mucha que se puede reciclar. Estoy abordando este tema porque hay un par de datos que me pusieron en alerta:
- De los 12 millones de toneladas de residuos que se producen en Colombia, solo se recicla el 17 % (Semana Sostenible, 2020). ¿No te parece que hay un montón de material reciclable que podría no haber ido a parar al relleno sanitario?
- Cada uno de los colombianos consumimos 24 kilos de plástico al año. Es decir, el equivalente al peso de un niño.
Pitillos, cubiertos, platos, tapas y envases suelen terminar en la basura. Estos elementos podrían transformarse y volver a tener una vida útil. Por eso, lo que cada persona haga es muy importante.
Para mí separar para reciclar no es una opción, tendría que ser una acción cotidiana, como lavarse los dientes….
Tengo la impresión de no hay un acto más revolucionario que el de poner un alto. Reducir, reutilizar y reciclar es mi forma de actuar en lugar de solo preocuparme. Pero todo tiene un modus operandi. Sigue leyendo porque compartiré todo lo que he aprendido sobre separar para reciclar y buenas prácticas.
Cáscara de naranja o empaque del celular: ¿qué objetos son reciclables?
Cuando comencé a aprender de reciclaje como parte de mi rutina, la primera pregunta que me surgió fue, ¿cualquier tipo de residuo que género podría ser reciclable? En realidad, no. Hay algunas cosas que sí, pero también existen muchos otros materiales que no son reciclables.
La importancia de separar los residuos que si son reciclables de los no
Aunque detesto ser obvia, siempre me gusta comenzar aclarando algunos conceptos. Si no separamos los residuos que pueden reciclarse, se dificulta hacer un aprovechamiento de su materia prima. En algunos casos puede volverse imposible, lo que genera un desperdicio.
En esta época en la que como seres humanos cada vez tomamos mayor conciencia del cuidado del planeta, es muy importante separar nuestros residuos reciclables para no seguir extrayendo recursos del planeta. Por poner un ejemplo, cada tonelada de papel que separamos y logra ser aprovechado implica salvar la vida de 17 árboles (National Geographic, 2020).
No todos los gatos son pardos: ¿qué es reciclable y no reciclable?
Ahora sí entro en detalles de lo que se considera reciclable. Para facilitarte la lectura, realicé el siguiente cuadro (Recimed, 2016):
Lo que sí esreciclable
- Papel y cartón siempre y cuando no tengan grasa, estén húmedos o tengan algún residuo de alimento.
- Cajas de tetrapack limpias.
- Botellas plásticas de agua, gaseosa, yogurt, shampoo, jabón, entre otras. Igual, deben estar sin grasa ni residuos de alimentos, mejor dicho, limpias y secas.
- Vidrio
- Latas de cerveza y de enlatados.
Lo que no es reciclable
- Todo tipo de cintas adhesivas. Sí, incluso los post-it o papel con pegante.
- Papel de fax, recibos de cajeros automáticos y facturas impresas en papel térmico.
- Botellas de aceite.
- Papel higiénico o servilletas.
- Espejos ni objetos de cerámica.
- Colillas de cigarro.
- Cualquier material que tenga sustancias tóxicas, pintura o combustibles.
- Material médico como tapabocas, guantes, jeringas o curitas.
- Residuos de aparatos electrónicos o eléctricos, es decir, todos aquellos que funcionan con baterías o con corriente eléctrica.
Las cosas que hice mal al separar mis residuos reciclables en casa
Mi camino por el reciclaje no ha sido miel sobre hojuelas. De hecho, al principio tenía más dudas que certezas. Por ejemplo, no entendía por qué tenía que lavar los empaques plásticos reciclables y esperar a que se secara antes de depositarlo a las bolsas.
La razón técnica es porque si un envase tiene residuos, se considera que está contaminado. Entonces no se puede mezclar con otras piezas reciclables, es decir, se vuelve material no reciclable (Soria, 2018). Por eso, recuerda lavar latas, envases, botellas, bolsas, entre otros.
Las otras cosas que hice mal fueron:
- Supuse que los cepillos de dientes entraban en la categoría de plástico. En realidad, no se reciclan.Tampoco las máquinas de afeitar ni las toallitas húmedas .
- Creía que los envases de tetrapak se consideraban cartón. En realidad, son unos empaques compuestos de varias capas de material y tienen su propio ciclo de aprovechamiento.
- Confundía cristal con vidrio. No son lo mismo. Como ya comenté, ni cerámicas ni espejos se reciclan. Pero tampoco las bombillas, vasos ni platos. La razón es que el vidrio es 100 % reciclable mientras que el cristal tiene óxido de plomo. Para fundirlo se necesitan hornos más potentes (Dataeraser, 2018).
El color de las bolsas sí importa para separar los residuos reciclables
Bueno, el color de las bolsas también me provocaba dolor de cabeza cuando comencé a separar mis residuos reciclables. Aquí me voy a dar el beneficio de la duda porque en realidad el sistema era un poco difícil de entender.
Afortunadamente ya hay una legislación que unifica los colores de las bolsas que se deben usar en todo Colombia (El Espectador, 2019). Esto entrará en vigor a partir de 2021. Los colores quedan así:
- Blanco: para plástico, vidrio, metal, papel y cartón.
- Negro: papel higiénico, servilletas, papeles y cartones con restos de comida y papeles metalizados, en general la basura.
- Verde: cáscaras de frutas, verduras y restos de comida.
Todo cuenta: formas de almacenar y entregar el material reciclable
Lavar el material reciclable antes de separarlo en la bolsa también es una buena forma de almacenarlo. Piensa que si no tendrás en tu casa envases con restos de comida echándose a perder.
Yo destiné una esquina de mi cocina para colocar tres contenedores. Actualmente ya me es muy fácil separar los residuos que corresponde en cada uno.
Te cuento algunas cosas que yo hago:
- Deshago las cajas de cartón para que no ocupen demasiado espacio.
- Aplasto los envases y latas.
- Cuando lavo los platos, también lavo el material reciclable. Cuando está seco lo tiro en su bolsa correspondiente.
Yo vivo en un apartamento y todavía no me he animado a hacer composta con los residuos de comida y cáscaras, pero he leído que es muy benéfico para el planeta. Permite aprovechar otro tipo de residuos.
Reciclar tiene varios beneficios: se ahorra energía, se salvan ecosistemas naturales, se reduce el cambio climático, se generan puestos de trabajo para los recicladores, entre otros (Fernández, 2016). Lo que yo pienso es que si necesita un esfuerzo tan mínimo, ¿por qué no hacerlo?
Si todavía no has implementado el reciclaje en tu rutina diaria, espero que, al menos, empieces a evaluar la posibilidad. Los grandes cambios empiezan con una idea.