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Historias reales sobre las bendiciones de 3 a 5 años

Historias reales sobre las bendiciones de 3 a 5 años
13 / Mar / 2020

Esto no son cuentos sobrenaturales. Estas son historias reales de niños siendo terribles. Aquí puedes leerlas para que veas que no estás solo en el mundo…

Tener niños pequeños en casa es renunciar a la lógica adulta y empezar a ver que en realidad no tenemos muebles, sino fortalezas gigantes contra dragones, que la ducha puede ser un teatro fantástico y cuando menos nos damos cuenta, sabemos de memoria todos los diálogos de Frozen o de Toy Story 4.   

Y es dulce…ver el mundo así. Tener la capacidad de volver a creer que todo con un poco de imaginación puede cambiar de forma. Pero a veces, muchas veces, esto de ser padres también tiene su lado extraño y vergonzoso. Y nuestras criaturas pueden ser imprudentes, escalofriantemente sinceras, sin temor a nada y nos dejan sin saber realmente qué decir o qué hacer frente a mundo que no sabe si reír o llorar.

Por eso, buscamos a algunos padres para que nos regalaran esas historias reales sobre sus bendiciones de 3 a 5 años para que se rían un rato y puedan seguir viendo el lado bonito de ser papás…

Esto es lo que encontramos:

 

  • El terror del supermercado

    “Un día fuimos al Éxito y lo perdí por un momento. Cuando lo encontré había tirado al piso todas las gaseosas de un solo pasillo. Todas. Total, terminé pidiendo disculpas, con un niño pegajoso y una historia para toda la vida.”

  • No te conozco

    “El primer día del colegio el papá fue a buscarla. Y todo normal hasta que le dijo a la profesora que ella no conocía a ese señor. Ya se imaginarán el problema para salir ese día del colegio”.

  • El exhibicionista

     “Mi hijo sufría de calor y apenas aprendió a desvestirse, lo hizo. Era imposible dejarle la ropa puesta. Un día estábamos en la celebración de mi grado en un restaurante y estábamos todos los adultos reunidos y había un lugar para que los niños jugaran un rato. El caso es que cuando menos lo imagino, lo veo corriendo hacia mí, en frente de todo el mundo, desnudo. Después de eso siempre tuve una pinta extra en la pañalera”

  • Misión súper secreta

    “La excusa de mi hijo para no ir al jardín es que tiene misiones súper secretas y no puede perder el tiempo coloreando y jugando con otros niños.”

  • La barba

    “Mi hijo tenía la costumbre de de pintarse la barba con un marcador y ponerse los zapatos del papá cada que tenía la oportunidad. Tenía tres años.”

     

    Pueden ser hermosos y desastrosos a la vez. Como nosotros, solo que aprendimos a disimularlo mejor. Espero que estas historias los hagan sonreír y se sientan menos solos en esto de ser padres. ¡Un abrazo para las criaturas!