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Cómo no comer cada 5 minutos cuando estás en Teletrabajo

Cómo no comer cada 5 minutos cuando estás en Teletrabajo
20 / Mar / 2020

Aquí algunos trucos para ganarle a la ansiedad y no comerse todas las reservas de la alacena en un día…

Lo bonito del teletrabajo es que un momento en el que podemos crear esas nuevas reglas y rutinas que siempre hemos querido. Y si bien podemos pensar que es el momento perfecto para trabajar desde la cama y estar todo el día en piyama, no tiene porque ser necesariamente así.

Hay que ponerles un orden a las cosas y regalarnos un poco de autocontrol. Porque lo sabemos, la libertad siempre tiene un precio. Y en estos contextos empezamos a hacer lo que mejor sabemos hacer como, por ejemplo, comer mucho. Sin darnos cuenta. Cada 5 minutos.

Por eso, aquí algunos consejos para ganarle la batalla a los antojos y que tu teletrabajo no se convierta en una pesadilla con unos kilos de más. Empecemos.

Hay que entender la diferencia entre hambre y antojo

Más fácil de decir que de hacer, pero hay que intentarlo. Un tip que siempre funciona: el hambre viene con una sensación en el estómago que va creciendo lentamente. Los antojos vienen con ganas voraces de acabar con todo lo que tengas en la alacena.

Si de repente se te atraviesa por el pensamiento ese brownie que llevas guardando en el cajón y no puedes dejar de pensar en él, es un antojo.

Pero si definitivamente no puedes evitarlo…haz que sea balanceado

Míralo así. Si estás en casa y puedes crear tus propias rutinas, pues entonces es momento de hacerlo bien… ¿no?

Evita el consumo de alimentos procesados y enlatados porque muchos de ellos pierden nutrientes esenciales en su fabricación y son muy altos en sodio. Puedes cambiar el chip y volver a pensar en frutas, vegetales o cereales integrales.

O piensa, en serio, en cosas deliciosas. Como agregarle nueces y frutos secos al desayuno para llenarte de minerales. O en ese salmón delicioso que llevas queriendo hace tiempo que puede llenarte de omega 3. Piensa en grasas saludables como el aguacate o el aceite de oliva acompañando tus comidas, que te den la sensación de llenura para que no estés pensando en comer cada que bajes a la cocina.

Aquí la idea no es que dejes de pensar en la comida, porque tal vez no va a pasar. Pero sí que empieces a entenderla como algo que te llena de vida y no como una tortura que no puedes controlar.

Dale variedad a tu vida

Ya que tienes tiempo, ya que nadie anda vigilando todos tus movimientos, aprovecha para organizar esas recetas que tienes en tus pantallazos del celular y en los guardados de Instagram.

Aquí hay una tarea bonita: Haz un calendario de comidas y pega esos pantallazos por días. Y prepáralos. Así puedes sentirte bien dos veces: Por fin haces esos tutoriales que juraste hacer y estás comiendo rico.

Hidratarse es el secreto

Hablo de ir a la cocina solo por un vaso de agua. Hablo de hacer infusiones para matar el frío y la sensación de soledad.

Que tu pausa del trabajo se sienta como un abrazo. Y sé que todos necesitamos un abrazo en estos tiempos. Y no hay nada mejor para eso que las bebidas calientes.

Solo por favor, evita la tentación de agregarle unas galletitas y cámbialas por frutas que siempre son una buena opción.

Y dormir también

Es importante porque cuando dormimos menos de 7 horas, nuestro organismo puede aumentar las hormonas que estimulan el apetito. Una solución: organiza tus tiempos y no trabajes siempre hasta tarde. Y apaga el celular y el televisor y no te quedes enganchado a esa serie.

Trata de organizarlo todo para tener esas 8 horas de sueño y así evitarás estar picando todo el día porque tu cuerpo no encuentra qué más hacer con ese desgaste al que lo expones.

Y un último secreto antes de terminar: Aprende a controlar las emociones, haz yoga, báilate esa canción de reggaetón hasta el piso. A veces cuando comemos de más es porque algo no anda bien con nuestras emociones. El postre puede ser un poquito de paz mental.

Bon appétit, mes amis!