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5 consejos para no volverse loco con tu primera tarjeta de crédito

5 consejos para no volverse loco con tu primera tarjeta de crédito
14 / Ene / 2020

Un día eres joven e inocente y al otro le dices a la cajera “a 12 cuotas, por favor”.  Y vas aplazando el pago sin miedo a nada.  Porque sí, porque lo quieres hacer y sucede con una facilidad impresionante. Todo se mueve con naturalidad y todo parece fluir. Hasta que tú y tu tarjeta tienen su primer encuentro. Y entonces, lo que parece perfecto, lo que parece darte seguridad, termina por convertirse en un dolor de cabeza. En ese punto estás frente a una fuente inexplicable de angustias y problemas dignos de cualquier relación tóxica.


El asunto es este: La primera tarjeta de crédito puede llegar a ser como el primer amor. Intenso, sin cuestionamientos y con ganas. En esos casos andas sin sin miedo a perder, pero perdiendo todo al mismo el tiempo.

Así que acá te dejo 5 consejos de alguien que fracasó en la vida crediticia, así como en el amor. Aprende. No dejes que te pase a ti. 

 

  • • En efecto, hay que tener una relación con la plata.

    ¿De dónde viene todo el problema? De la falta de educación financiera. Y seguro no es culpa de nadie, porque los pequeños no manejan el dinero, ni el amor, pero la relación que tengas con el dinero importa, porque es precisamente esa la que en un futuro te puede dar estabilidad y seguridad... o no. Así que el primer paso para tener una tarjeta de crédito debería ser una pregunta: ¿Cuál es mi relación con el dinero?

    Y de ahí en adelante, las que le vienen: ¿Suelo ignorarlo, suelo cuidarlo, suelo ahorrarlo? Una vez se defina qué te hace sentir el dinero es mucho más fácil construir dinámicas sanas con él.  Y tener una relación también implica estar pendiente de ella. Es decir, si tienes una tarjeta, asúmelo.

    Revisa constantemente cómo va el cupo. Piensa en el número de cuotas y en sus intereses. Haz balances entre tus entradas y tus salidas.

    En resumen, la tarjeta no es un juguete. Aprende a cuidarla

  • 2. Las emergencias existen

    A veces, solo se aprende a los golpes. Pero si estás acá es para evitarte unos cuántos.
    Así que mi segundo consejo es este:  No te quedes sin recursos, piensa en una potencial crisis. Guarda un cupo permanente de la tarjeta que sea exclusivo para emergencias.
    Porque lo que define una crisis es que no se ve venir. Y puede ser que la tarjeta te saque de situaciones complicadas. Es importante aprender una nueva palabra: Planificar.


    Así como puedes prever cómo será esa noche tranqui, aprende a planificar tus necesidades a futuro. Por ejemplo, que en unos meses es probable los servicios te lleguen mucho más caros.

  • 3. Las deudas son reales. Y son frustrantes.

    Acá la realidad nos manda un recordatorio: Las deudas existen y olvidarse de la tarjeta de crédito es muy fácil.


    La lección es esta: Nadie, absolutamente nadie, va a venir a rescatarte de tus malas decisiones financieras. Nadie va a venir a ayudarte con sus problemas económicos. Tenerlos es estar solo frente al mundo...y frente al banco.

    Y las deudas, cuando son por cosas que nunca se necesitaron, te alejan de lo que realmente deseas. El consejo es este: Aprende a endeudarte. Y aprende a ver a la tarjeta con otros ojos, como a tu ex: con respeto y cariño.


    Es el momento del divorcio emocional con ella y para sobrevivirlo hay que entender lo siguiente:

  • 4.Las cosas tienen un valor.

    Y no solo de plata. Enamórate de las cosas...conscientemente. Solo así reduces el impulso de la compra. Ojalá que cada cosa que compres tenga una historia. Un propósito para ti.  Así como también hay que reevaluar constantemente nuestra relación con el dinero, también hay que hacerlo con lo que consideramos valioso. 

  • 5. Sin mentiras.

    En lo posible, y este es un consejo para la vida, las cosas se viven mejor sin mentiras. El primer acto de inmadurez es aceptar algo para lo que no estás preparado.  Si financieramente no puedes afrontar esa fiesta, no vayas. O ve, pero planifica. 

    El resumen es este: El asunto nunca es la tarjeta de crédito, la cuestión es cómo reaccionas al dinero y a lo que deseas. Punto.

    Bonus track: Los intereses existen y vienen por ti. Conoce de dónde vienen, cuál es la magia que los multiplica y domínala. Nada es gratis en la vida.