Sí, lo sé: hay jornadas desafiantes que muchas veces te dejan sin energía. Ni siquiera bebiendo litros de café logras permanecer activo y cumplir tus obligaciones como te gustaría. No te desesperes, te tengo buenas noticias.
Si logras incorporar estos hábitos de vida saludable, podrás aumentar tus niveles de energía para sobrellevar el día. Una mayor vitalidad incrementará tu concentración, tu rendimiento físico y mental y también las relaciones con tu entorno.
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Duerme bien y la cantidad de horas necesarias
Definitivamente a tu cuerpo y a tu mente no les da igual si descansas o no el tiempo necesario. Llevar una vida saludable también depende de tu descanso. Las obligaciones te harán levantarte de todos modos, aunque duermas cuatro horas. Pero la calidad y la cantidad del descanso determinarán tus niveles de energía para afrontar la jornada.
Mientras duermes, se producen procesos que regeneran tus fuentes energéticas, por lo que 7 u 8 horas de sueño son lo más recomendable. Además, no solo es importante la cantidad de horas, sino también la calidad del sueño. Debe ser un ambiente confortable, silencioso y lo más oscuro posible. Para facilitar el sueño, desconéctate de todas las pantallas por lo menos una hora antes de acostarte.
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Reconcíliate con el ejercicio físico
Ten en cuenta que reservar una sola hora de tu rutina para dedicársela a tu cuerpo es más que suficiente. No busques excusas: reemplaza una hora frente al televisor por el ejercicio físico que más te guste. Gracias a los beneficios de la actividad física, tus niveles de energía no decaen después de las primeras horas del día. Genial, ¿no?
Actualmente, la oferta de actividades es tan amplia que seguramente encontrarás una perfecta para ti. Puedes escoger deportes individuales (ciclismo, natación, tenis, running) o deportes grupales, donde puedes hacer ejercicio y amigos al mismo tiempo. Una clave fundamental: serás más constante cuando encuentres la actividad justa para ti y puedas mantenerte motivado.
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No comas más de lo necesario
Una alimentación poco saludable y excesiva es también una causa de cansancio. Evita los fritos, los dulces, las bebidas gaseosas, el alcohol y, en general, la comida con grasas no saludables. Una dieta equilibrada, que incluya frutas, verduras, carnes magras, frutos secos, pescado y cereales integrales, te hará sentir más liviano.
También, ten presente que es muy habitual continuar comiendo cuando ya estás saciado. Sobrecargar tu estómago incrementará tu sensación de pesadez y reducirá tus niveles de energía. Cuando pienses en volver a llenar tu plato, pregúntate: ¿aún tengo hambre o es glotonería o ansiedad?
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Medita para aumentar tus niveles de energía
Comenzar y terminar el día con 15 minutos de meditación es un excelente recurso para sobrellevar el estrés cotidiano. No es necesario que seas un experto en la materia o que sigas una técnica específica. Busca una posición cómoda, con la espalda recta, cierra los ojos y concéntrate en tu respiración.
Quizás al principio te cueste alejar las preocupaciones relacionadas con el trabajo, el dinero, la pareja u otras obligaciones, ¿a quién no? Concéntrate en tu cuerpo y en la entrada y salida del aire. Puedes ayudarte con una meditación guiada. Está comprobado que los niveles de energía se elevan luego de una buena sesión de meditación.
Estos son los principales hábitos de vida saludable que te permitirán mantenerte vital, mientras cuidas tu bienestar físico y mental. Ten presente estos cuatros pilares todos los días: alimentación, descanso, actividad física y meditación. Fácil, ¿cierto?